Según una nueva investigación de la Universidad McMaster en Canadá, un suplemento dietético que contiene 30 vitaminas y minerales, todos ingredientes naturales ampliamente disponibles en los comercios de alimentos para la salud, ha mostrado unas notables propiedades antienvejecimiento que podrían prevenir e incluso revertir la pérdida masiva de células cerebrales.
Esta mezcla, según las conclusiones del equipo de investigación, algún día podría atrasar el progreso de enfermedades neurológicas graves como el Mal de Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica y el Mal de Parkinson.
El equipo de Jennifer Lemon y Vadim Aksenov, de la Universidad McMaster, espera que este suplemento pueda refrenar el deterioro mental provocado por algunas enfermedades muy graves y en definitiva mejorar la calidad de vida de los pacientes.
La fórmula, que contiene ingredientes comunes, como las vitaminas B, C y D, el ácido fólico, el extracto de té verde, aceite de hígado de bacalao y otros “nutracéuticos”, fue diseñada por primera vez por científicos en el Departamento de Biología de la Universidad McMaster, en 2000.
Diversos estudios publicados a lo largo de los últimos años han mostrado los beneficios de la fórmula en ratones, tanto en aquellos normales como en los específicamente criados para tal investigación porque envejecen rápidamente, experimentando en cuestión de meses un declive dramático en la función motora y la cognitiva.
Los ratones usados en este estudio tenían al año de vida una pérdida generalizada de más de la mitad de sus células cerebrales, con un grave impacto en múltiples regiones del cerebro, el equivalente humano de un grave caso de enfermedad de Alzheimer.
Los ratones fueron alimentados con el suplemento, aplicado sobre pequeños trozos de pan bagel, diariamente y en el transcurso de varios meses. Con el paso del tiempo, los investigadores hallaron que el suplemento había eliminado completamente la grave pérdida de células cerebrales y que había suprimido el declive cognitivo.
El próximo paso en la investigación es probar el suplemento en humanos, probablemente en el plazo de dos años, y hacerlo en aquellos que estén padeciendo enfermedades neurodegenerativas.
Fuente: notoiciasdelaciencia.com
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